Reconozco que tengo predilección por las creaciones de Jean-Claude Ellena y en general las encuentro todas magníficas, pero quizás con ?Terre d?Hermès? mis expectativas han estado por encima del resultado final. ?Terre d?Hermès? es elegante y correcta en su ejecución, pero no la encuentro magnífica en el más amplio sentido de la formulación. Me esperaba un trabajo más arriesgado y, sobre todo, un perfume que respondiese a las emociones suscitadas por su nombre: ?Terre?, la tierra. No encuentro ninguna evocación a la tierra, al desierto, a la arcilla, nada que me evoque la fuerza poderosa de este elemento, si bien, Ellena dice haberse inspirado de un vasto y salvaje paisaje irlandés.
Aprecio el trabajo que ha hecho sobre la nota cítrica de pomelo, pura, cristalina y, sobre todo, como este pomelo se prolonga en la sombra del vetiver de base creando un acorde hesperidado-amaderado muy efectivo. Pero, sin embargo, encuentro que las notas especiadas no terminan de perfilar de manera correcta la personalidad de esta fragancia. Me gusta la base de madera y resina, muy al estilo de Ellena, pero insisto, la fragancia aun siendo correcta, masculina y elegante, no debería de estar tan sobreestimada. La casa Hermès nos podía haber ofrecido un perfume aún más osado y espectacular, si bien, se entiende que esta vez han preferido crear un ?best seller? para el gran público en general, ¡y lo han conseguido! Jean-Claude Ellena se ha inspirado de su ?Déclaration? de Car...