Uno de esos perfumes inclasificables que no sabes muy bien cómo interpretar, pero que te fascina y te apasiona como ningún otro es capaz de hacerlo. Si tuviese que definir ?Rush? con un adjetivo, ese seria ?excesivo?. Todo me resulta monstruoso y desbordante en este perfume? ¡y eso me encanta! Me encanta cuando una marca se atreve a poner en el mercado una idea polémica y rompedora, aun a riesgo de crear rechazo. No ha sido el caso de ?Rush?, aunque tampoco fue el perfume más vendido el año de su lanzamiento (ni en ningún otro). Pero eso no le resta originalidad alguna. ?Rush? es un perfume difícil de clasificar por la multiplicidad de conceptos olfativos que convergen en él. Para mí es sin duda un chypre afrutado, pero también lo podríamos considerar un oriental floral o incluso un amaderado afrutado.
El perfume se construye en torno a cuatro notas principales (melocotón, rosa, pachuli y vainilla) que a su vez se articulan entorno a otras notas secundarias para así contarnos una historia de un lujo ostentoso y excesivo (y un tanto bling-bling). El melocotón y la gardenia crean un efecto cosmético ochentero entre laca del pelo y polvo de maquillaje. La rosa y el coriandro modernizan el chypre y proyectan una feminidad hiperbólica. El pachuli y el vetiver refuerzan el carácter enérgico y dominante del perfume. La vainilla y el jazmín crean un efecto narcótico y magnético de una sensualidad infinita.   ?Rush? consiguió modernizar en 1999 el conc...