El grupo Puig no dejará nunca de sorprendernos con el divertido diseño de sus frascos que parecen sacados del catálogo de juguetes de navidad de Corte Inglés. Aparentemente el formato les funciona, véase el éxito del zapatito de cenicienta de ?Good Girl? o el monopatín de ?212 Heroes?, ambos de Carolina Herrera. El trofeo de campeones de ?Invictus? de Paco Rabanne o la manzana de Blancanieves de ?Nina? de Nina Ricci por poner unos ejemplos. Otras marcas se han unido a esta tendencia que se cobra cada vez más adeptos. El frasco en forma de pintalabios de ?Yes I am? de Cacharel o el osito de peluche de ?Toy Boy? de Moschino que me recuerda al oso gigante en la entrada de la famosa cadena de tiendas de juguetes americana FAO.Schwarz. ?Phantom? añade a este catálogo de frascos irrisorios un robot metalizado que parece salido de una película de la factoría Pixar. El cacharro es simpático la verdad, y no cabe duda de que llama la atención, aunque por momentos no sabes si te compraste un perfume o un souvenir de la feria de robótica de Houston. Sin embargo la fragancia que contiene no es nada infantil. En oposición a su imagen graciosa, pueril e inofensiva, ?Phantom? es un oriental aromático y avanillado que tiene bastante presencia. Juega con una fuerte dosis de lavanda para crear un contraste atractivo y multidisciplinar entre sus notas masculinas y aromáticas y el fondo más dulce y texturizado de la vainilla y el haba tonka. Algo que fue una revolución en ...