Éste es el segundo artículo sobre los mitos que existen en torno a los perfumes y que en esta ocasión se centra en esos ritos o costumbres que se aplican cuando se va prueba una fragancia:

"Los tester los fabrican con una concentración mayor que un perfume": suena a mito conspirativo ya que si fuese así las fábricas de perfumes tendrían 2 líneas de producción, una para testers u otra para fragancias normales, a riesgo que un perfume concentrado no sea atractivo para alguien que busca un aroma ligero o fresco. Un tester es un perfume normal que se ofrece de cortesía a las perfumerías para que lo exhiban y por eso tienen empaques más simples de cartón corrugado sin impresos de colores y sin tapón, e incluso llevan la leyenda de "prohibida su venta". Lo que sí existe es un fenómeno físico de degradación y añejado ya que al estar al descubierto en estantes y sujetos al calor de las luces y el ambiente se evaporan y concentran antes de tiempo, pero se trata de una situación accidental y no planeada desde la fábrica.
"Basta con oler el tapón para comprar un perfume, el aroma sigue igual todo el día": ésta es una técnica que se usa en ventas cuando no se tiene un tester a mano, donde aplican perfume en el interior del tapón del producto y lo tienen a mano para quien quiera consultar. Al igual que la prueba en papel, sólo sirve para tener una idea básica del estilo de un perfume y considerarlo o descartarlo para cuando toq...