La historia de los frascos para perfume comenzó mucho antes de lo que pensamos. La búsqueda por diseños llamativos y elegantes que queden anclados en la memoria del público, comenzó nada más y nada menos que en la Edad Media. Por aquel entonces, comenzaron a aparecer los primeros perfumes debido a la necesidad de tapar o intentar esconder los malos olores que sufrían las personas debido a la falta de higiene. Sin embargo, no sería hasta el siglo XIX que el frasco para perfume no tomase la importancia que tiene hoy en día. Frascos para perfume en el siglo XIX Fue Guerlain uno de los primeros fabricantes de perfume que contó con un frasco con un diseño más elaborado: un frasco en vidrio teñido en rojo. Otro de los grandes fabricantes de perfumes de aquellos tiempos llamado Coty, fue de los primeros en empezar a comercializar sus perfumes en lujosos y llamativos frascos para perfume, el cual era más caro que la fragancia que contenía. Fue a partir de aquí que el mundo del perfume dio un giro y comenzó a importar casi más el frasco para perfume que la mismísima fragancia. Hasta día de hoy, hemos visto diseños que todo tipo, como los cuerpos de mujeres con corsé de los frascos de perfume de Jean Paul Gaultier o la sencillez del frasco del perfume Le Lion de Chanel. Pero sin duda, por muy diferentes que sean, tras verlos hemos llegado a la misma conclusión: voy a saber identificar el perfume en cuanto vea el frasco. ¡Y es que de eso se trata! Con los fra...