En 1992 España vivió uno de los acontecimientos internacionales más importantes de su joven democracia. El país de la corrida, el flamenco y la pandereta, organizaba unos juegos olímpicos y una exposición internacional. España despertaba a una nueva era y quería demostrar el gran potencial de un país lleno de ilusiones, de ganas y de optimismo. Victorio & Lucchino vivía también su gran sueño dorado. La marca de moda española se había convertido en una de las más exitosas y reconocidas dentro y fuera de nuestras fronteras. Sus colecciones mostraban al mundo la nueva mujer española, refinada, alegre, auténtica, imponente y con garbo. ?Carmen? fue su primera fragancia y se convirtió rápidamente en todo un éxito de masas. No creo que haya madre española de los 90 que no haya utilizado al menos una vez este perfume. ?Carmen" representaba esos nuevos valores de la mujer española liberada e independiente, pero familiar y castiza a la vez. El nombre no podría haberse elegido mejor. ¿Qué hay más español que llamarse Carmen" Y sino que se lo pregunten a los nazaríes que habitaron Granada, a Prosper Mérimée o a Georges Bizet. Victorio y Lucchino crearon un perfume lleno de luz, de alegría y duende, imagen de su alta costura y reflejo de una Andalucía de romería y capilla que comenzaba a modernizarse. Como no podía ser de otra manera, la fragancia es un floral explosivo (muy propio de los 90) que nos regala un pedacito de la magia y el...