Una combinación de buenas ideas e intenciones que no terminan de consolidarse en una creación inolvidable pero que consiguen dar forma a un interesante ámbar luminoso con un punto dulce muy adictivo. Si te preguntas porque ?Baccarat Rouge 540? tiene tanto éxito la respuesta es sencilla: es extremadamente confortable y placentero. Y la culpa la tiene una buena dosis de ámbar blanco que produce una sensación de levitación hipnótica, de flotación. Como esa luz intensa que vemos en las pelis de ciencia ficción cuando una nave alienígena abduce al protagonista. Los primeros minutos de ?Baccarat Rouge 540? me hacen sentir así, abducido entre placenteras nubes de algodón de azúcar y el brillo cegador de un ámbar incandescente. Lo que viene después es más tranquilizador. Un agradable halo amaderado acompaña el secado del perfume. Un combo de maderas cremosas y cálidas (posiblemente iso E super con cashmerano un acorde de maderas ambarinas) que aportan un equilibrio necesario a una salida tan llamativa. Con todo me falta algo. No consigo identificar exactamente el que. Posiblemente algo más de magia y de fuerza. Creo que mi ascensión a los cielos rápidamente se convierte en una caída libre de vuelta a la tierra y sinceramente, me hubiese gustado pasar más tiempo flotando allá arriba. Muy parecido al eau de parfum original, el extrait de parfum es mas redondo y consistente. La diferencia principal es una nota de almendra en la salida y unas maderas aún más...